Daniele Viganò,
7 febrero, 2015
La COP21 es particularmente importante porque se ha establecido como momento límite para adoptar un nuevo protocolo (u otro acuerdo legalmente vinculante) que tenga vigencia a partir de 2020, fecha de caducidad del decepcionante
Protocolo de Kioto.
Aunque
las expectativas son bajas, es una oportunidad única para tomar medidas urgentes que den alguna posibilidad de dejar el calentamiento global por debajo de los 2ºC (comparado con la época pre-industrial), tal como se acordó en
Copenhague en 2009.
Quiénes éramos
Éramos unos
100 participantes, procedentes de Bélgica, Reino Unido, Alemania, Francia, Holanda, España (sólo nosotros dos), Suiza, Polonia, Irlanda, Ucrania, Portugal… El evento fue organizado por los belgas de
Climate Express, organización que consiguió llevar 700 personas en tren de Bruselas a Varsovia para la COP19 del 2013, y esperan mover 10.000 personas para la COP21.
La representación francesa estaba encabezada por la
Coalition Climat 21, que reúne a montones de organizaciones, sindicatos, entidades locales, nacionales y europeas y es la referencia internacional para quien quiera sumarse al movimiento.
Las
grandes ONGs estaban representadas por
Friends of the Earth (Amigos de la Tierra), y cinco de
350.org: nosotros dos, la coordinadora
Emma Bierfrau (Paris),
Nicoló Wojewoda (Londres) y
Philip Schols (Amsterdam).
La representación de 350 Europa en el encuentro.
Tuvimos la suerte de contar con gente de gran experiencia como activistas e incluso, con un delegado en la COP. Además, tuvimos el honor de mantener una llamada por Skype de Naomi Klein, que reiteró el concepto clave de su último libroThis changes everything (Esto lo cambia todo: las estrechas relaciones entre el sistema capitalista y la crisis climática).
Su mensaje final es esperanzador: no es fácil, pero, por lo menos, hay una posibilidad de cambiar las cosas, y está en nuestras manos.
La reunión
El viernes llegamos a las 16.30, a tiempo para tomar un té y ver el ambiente acogedor (aunque austero, una nave industrial con una calefacción muy rústica). Por cierto, desayunos, comidas y cenas populares, estrictamente veganos, riquísimos y abundantes.
Durante la tarde del viernes, nos fuimos conociendo y aprobamos por consenso la agenda propuesta por los facilitadores. El sábado hablamos de movilizaciones pasadas, escuchando a gente que tiene más experiencia directa. De la cumbre de Copenhague en 2009, se ha aprendido que, para evitar desmoralizarnos después del resultado probablemente decepcionante, tenemos que tener expectativas bastante bajas del documento final que saldrá de la COP21. Tenemos que pensar en resultados a largo plazo, y priorizar la consolidación del movimiento de cara a los años que vienen, manteniendo el ímpetu, la cohesión y el espíritu positivo, de esperanza, con un sentido de unión en la diversidad.
Una de los aspectos más interesante del fin de semana ha sido la organización y proceso del debate asambleario: totalmente abierto, organizado, respetuoso. No se toman decisiones por votos, si no por consenso. En general, los facilitadores avanzan cuanto más trabajo posible en fase preparatoria dejando, sin embargo, que sea la asamblea quien tome cualquier decisión, pero manteniendo las riendas del debate. El resto del trabajo se hace en grupos, con tiempo limitado y con tareas muy específicas. Esta progresiva construcción por ladrillos, que no es muy rápida pero es bien organizada, y completamente inclusiva y democrática, permite llegar a unas pocas ideas fuertes que son la base de las acciones y de los objetivos.
El mapa del activismo europeo
El sábado presentamos todos las
propuestas propias, campañas y acciones (en marcha o planificadas), rellenando un mapa y una línea del tiempo que lleva a la COP21. Como se deduce del mapa que viene a continuación, la distribución geográfica de participantes y eventos refleja en parte la cercanía a Bruselas, pero sobre todo la intrínseca gran diferencia de activismo entre Norte y Sur de Europa.
Mapa de acciones europeas por el clima, 2015
En España (y en Cataluña en particular), hay muchas organizaciones ecologistas, grandes y pequeñas, pero 350 BCN es el primero explícitamente enfocado en el cambio climático. Falta por un lado tejer una red local y nacional y, por otro lado, involucrar a la ciudadanía enseñando las estrechas relaciones existentes entre los problemas sociales, económicos y medioambientales (y esto vale para todo el Sur).
Al
Global Divestment Day, que se celebrará del 13-14 de febrero a nivel mundial, se han adheridos varios grupos que realizarán acciones en muchos países. Hablando de desinversión, los franceses de
Bizi! nos contaron cómo, juntos con otras organizaciones, consiguieron que
el banco gigante francés Societé Generale desinvirtiera del proyecto
Alpha Coal, una enorme mina de carbón en Australia, que sería una bomba climática. La larga campaña incluyó denuncias a los medios, acciones, rueda de prensa, un vertido de 1.8 toneladas de carbón delante de sus puertas, después de haberles avisado. Al final, el banco quitó sus inversiones el pasado Diciembre, y fue imitado por otros gigantes financieros. Es un ejemplo de campaña eficaz y prolongada que nos puede llenar de inspiración.
¡Acción!
La COP21 tendrá lugar en el pequeño aeropuerto de Paris-Le Bourget, a 11 km de Paris. Logísticamente, esto complica bastante la planificación de acciones. Mucha gente se plantea ir ahí en bici o en tren de toda Europa. Como acciones, hay propuestas e ideas más o menos definidas y sensatas, de las cuales evaluamos aspectos positivos y negativos, en un divertido, colaborativo y creativo proceso de trabajo en grupos y debates abierto. Emerge la necesidad de intentar algo nuevo, que no sea una simple repetición de Copenhague.
La propuesta que arrasó en términos de apoyo fue los
Climate Games (los
Juegos Climáticos), una acción itinerante por varias ciudades que consiste en una serie de juegos, desarrollados tanto en la calle y como en el interior de los edificios. Se intentará también traer a comunidades indígenas afectadas por la crisis climática. Para celebrar la
unidad en la diversidad, hicimos un brainstorm de ideas para imágenes, slogans y logos, los cuales quedan por definir y finalizar por parte de un grupo de trabajo específico. Por otro lado, la
Coalition Climat 21 organizará una enorme marcha, coincidiendo casi con el cierre de la COP21.
¿Y ahora qué?
Yve y yo estamos ahora en una lista de correos de 150 personas. Las próximas reuniones están previstas para el 13 al 15 de Marzo, en Bruselas (por confirmar) y, más importante, del 1 al 3 de Mayo, en París, a la que asistirán los principales organizadores franceses. Ambas están abiertas a cualquiera que quiera involucrarse activamente en le movimiento.
Volvimos a Barcelona cargadísimos de energía, conocimiento, ideas y motivación!
Ya nos sentimos más integrados a nivel europeo, y con la idea de que, si algo puede cambiar, ¡eso vendrá de movimientos como el nuestro!
Daniele e Yve, representando a 350 BCN