La fuerza del movimiento de las comunidades de transición es la idea de que una vida sin petróleo, de hecho, podría ser mucho más agradable y satisfactoria que la actual cambiando nuestra mentalidad de que en realidad la próxima era pos-petróleo (barato) es más una oportunidad que una amenaza.
Podría concebirse la Transición como algo intermedio entre las cosas que una persona puede hacer como individuo y todas las grandes cosas que el gobierno puede hacer. Es algo que solo puede surgir de abajo arriba, dirigido por gente corriente, a nivel comunitario.
Fomentando la creación de huertos urbanos, la plantación de árboles productivos, la construcción de casas y la mejora del aislamiento con materiales naturales, la recogida y reutilización de desechos, la creación de bancos de semillas y de plantas medicinales, la creación de talleres de aprendizaje de labores tradicionales (tejidos, conservación de alimentos, creación de herramientas), instalación de paneles solares, creación de sistemas de trueque y monedas locales, cría y cuidado de animales, mantenimiento de granjas avícolas, producción sostenible de leña…