A una semana de la clausura de la Cumbre de Lima por el Cambio Climático es el momento de hacer una breve reflexión sobre el resultado. La XX Conferencia de las Partes, COP 20 ha sido particularmente importante por varias razones.
ContextoCabe poner brevemente en contexto el mecanismo y las finalidades de estas cumbres. La preocupación a nivel internacional por el calentamiento global y su relación con la actividad humana se manifiesta de forma evidente por primera vez en el año 1992, con la que se conoce como Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. En esa ocasión, se crea un tratado internacional medioambiental, el único existente de momento: la UNFCCC (United Nation Framework Convention on Climate Change, o Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). Su objetivo, declarado en el Artículo 2, es estabilizar las concentraciones de gases invernaderos, considerados responsables del evidente aumento de temperaturas. La UNFCCC es un marco dentro del cual formular tratados internacionales (llamados “protocolos”) que se ocupen de manera específicas de dichas medidas para frenar el cambio climático. Se ocupa de organizar cumbres cada año (Conferencias de las Partes) para evaluar los progresos, y cumbres intermedias más técnicas (la próxima en Ginebra, febrero 2015).